La mayoría de los clientes que quieren vender o alquilar su vivienda nivel a particular, entienden que «nuestro trabajo» consiste en enseñar solamente. Como anécdota hoy contaré lo siguiente:

  • Una mujer de avanzada edad contactó para ver un chalet de 4 plantas, al insistir que era una vivienda muy grande para ella y con muchísimas escaleras y su insistencia en verla, me puse en alerta y más cuando la vivienda según mostraban las fotografías estaba en perfecto estado, pero nadie habitaba en ella. Cuando llegué unos minutos antes, me quedé cerca de la zona, pero sin salir del coche, algo me olía mal. Y en unos minutos llegaron 5 hombres bastante grandes, con sudadera y capucha puesta, al cabo de unos minutos me llamó la mujer y me comentó que me estaba esperando en el punto de encuentro, el cual yo tenía a la vista y no había ninguna mujer mayor, solamente 5 hombres esperando. No es la primera vez que me ocurre y ojalá fuera la última. 

La situación se resolvió de manera favorable, porque al contactar con dicho cliente se efectuaron las preguntas oportunas para saber, si dicha vivienda era la indicada para el perfil personal y económico del cliente y porque la visita se concertó en un punto de encuentro y no en el domicilio real de la vivienda.

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